Gaspar Casals, Arenys de Munt

Entrevistamos a Gaspar Casals, ciudadano de Arenys de Munt

Gaspar Casals, Arenys de Munt
Foto: Kris Ubach

Gaspar, ¿qué es esta escultura?

Estamos ante el Monumento a la Puntaire, que es obra de la Etsuro Sotoo, un escultor japonés muy importante que ha estado trabajando muchos años en la Sagrada Familia y que vivió aquí, en Arenys de Munt. Según el autor, la escultura es como un surtidor de agua que brota de la almohada y que representa las puntas.

¿De dónde viene esta tradición arenyenca de hacer puntas?

Antiguamente, las puntas se habían hecho en todas partes y en la época de hacer las Américas, muchas puntas se hacían aquí en la costa porque de aquí era de donde salían los barcos. En los años setenta y ochenta del siglo pasado todavía había muchas mujeres de Arenys de Munt que hacían las puntas en la calle porque tenían mejor luz. Era muy curioso porque a veces había una o dos no, pero a menudo se reunían cinco o seis que aprovechaban para socializar. Las puntas se hacían por casa (tapetes, pañuelos, cubrecamas, etc) pero también para marchantes que venían a hacer encargos por las mercerías. Las puntas fueron un complemento salarial para mucha gente de Arenys. Yo todo esto lo recuerdo muy bien.

Aquí en Arenys de Munt la tradición de las puntas de almohada es muy viva…

Ahora tenemos dos asociaciones que enseñan a la juventud a mantener esta tradición y hay niños del pueblo que hacen la actividad como extraescolar. Aparte de hacer piezas tradicionales como los pañuelos, también se emplean técnicas más modernas para hacer obras más artísticas. Cada año, la semana de Navidad, se hace una exposición de puntas hechas por gente de Arenys de Munt; piensa hay muchas familias que tienen cómodas llenas de puntas de las abuelas y las bisabuelas...

Después, por San Juan hay el Encuentro de Puntaires a la que vienen puntaires de todo Cataluña que se ponen aquí en la plaza de la iglesia a hacer puntas. Es muy curioso verlas trabajar y, sobre todo, una cosa que en mí me gusta mucho: sentirlas, porque el ruido que hacen los boixets al picar entre ellos parecen pequeños telares.

Las puntas no son lo único que se conserva de los tiempos pasados en Arenys de Munt, ¿verdad?

Hay dos tradiciones que conservamos por la fiesta mayor. Una son las manzanas de "relleno" que son unas manzanas cocidas con carne que también se hacen en otros pueblos del Maresme. Esto es un plato muy muy antiguo que se hacía en invierno porque se juntaban dos elementos que se daban en los meses más fríos: las manzanas y la carne de la matanza del cerdo. Era una comida exquisita que se servía en las fiestas señaladas y ahora la basura por la fiesta mayor de San Martín, en noviembre. Si se quiere aprender a cocinarlas, una semana antes de la fiesta mayor en el pueblo se hacen talleres; y si no, el día de San Martín hay la Muestra de "Relleno" cuando se pueden comprar tanto aquí en la plaza como en los restaurantes.

¿Y la otra tradición que conserváis?

Es una danza tradicional, unas corrandes y unas espolsades que Joan Amades recogió en su momento y que bautizó como "la danza de Arenys de Munt". Era un baile muy antiguo que se fue conservando en nuestra fiesta mayor. Hace veinte años la bandada danzante fue a enseñar la danza en las escuelas y ahora hay mucha gente que la baila.

Castell Jalpí, Arenys de Munt
Castillo Jalpí. Foto JM Arenaza
Arbre de Guernika. Foto JM Arenaza
Arbol de Gernika. 
Foto JM Arenaza

Aparte de las tradiciones arraigadas, ¿qué podemos visitar en Arenys de Munt?

El más destacable es Can Jalpí, que había sido una masía de época medieval. En el siglo XIX, el que era el heredero tuvo unos delirios de caballería y transformó la casa en un castillo. Es un lugar muy singular y fotogénico donde incluso se han grabado películas. Además en esta finca de Can Jalpí hay un elemento que yo creo que en el Maresme tendríamos que tener muy presente, que es muy importante y que es muy desconocido. Resulta que la mujer del señor Jalpí era del País Vasco y llevó de allá un plantón del famoso roble de Gernika. El plantón se plantó en 1900 y ahora este árbol de Gernika es enorme: es el tercero o cuarto roble más antiguo que queda en el mundo fuera del País Vasco.

Y otra curiosidad aquí en el centro del pueblo: la puerta de la iglesia de San Martín está toda llena de exvotos en forma de herradura. Esto es porque antiguamente la gente pedía favor a San Martín -que es el patrón de la caballería- para que su ganado estuviera bien.


Imprescindibles d’Arenys de Munt

  • Monumento a la Puntaire
  • Parque Can Jalpí
  • Castillo Can Jalpí
  • Iglesia de Sant Martí
  • Colección de fauna vertebrada Jordi Puigduví
Església de Sant Martí
Iglesia de Sant Martí
Foto: JM Arenaza